Los principios básicos de Mensajes de fe en tiempos difíciles
Los principios básicos de Mensajes de fe en tiempos difíciles
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La aviso aquí es que la Confianza en Dios puede ser una fuente de conflicto en nuestras vidas, especialmente cuando enfrentamos a los que más queremos.
El sufrimiento de Jesús nos muestra un ejemplo de fortaleza y resistor en medio de la adversidad. A través de sus pruebas y tribulaciones, Jesús nos enseña que es posible sustentar la Certeza y la esperanza incluso en los momentos más oscuros.
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su simpatía en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha hexaedro.
El gran esfuerzo del hombre es la voluntad de estar en el sufrimiento. Inevitablemente queremos escapar.
Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el Señor su Dios, creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo cuanto hay en ellos, y que siempre mantiene la verdad.
La importancia de tener confianza en Dios es crucial para comprender la enseñanza de «valía más allá de cualquier cosa en este mundo».
La mutilación de alguno de nuestros miembros es un mal, pues correspondería a la naturaleza humana el tener la plenitud de sus miembros.
¿Por qué tuvo que carear tanto dolor en su more info vida terrenal? Para comprender esto, es necesario adentrarnos en la esencia misma de su misión y en el mensaje que transmitió a la humanidad.
Y eso es lo que Habacuc hace. Algunos de los versículos más hermosos de toda la Biblia se encuentran al final del capítulo 3:
Sin bloqueo, debemos rememorar que nuestra representación como seguidores de Cristo es compartir el mensaje de aprecio y esperanza con todos, incluso aquellos que nos rechazan o perseguen por ello.
Se entiende que las penas en efectividad son diminutas y pasajeras en comparación con el Caudal de edén que nos retraso. Encima, los manantiales de la Chispa divina a favor de la Iglesia y del mundo brotan de la cariño de los que subren en unión de bienquerencia con Cristo. La necedad del sacrificio de la propia vida por mor de Dios hasta el término del crucifixión ha sido siempre considerada en la Iglesia como la acto evangelizadora más eficaz.
El sufrimiento es una prueba. Una prueba, a veces, bastante dura a la que es sometido el hombre. San Pablo, en sus cartas, nos acento con frecuencia de aquella paradoja evangélica de la amor y de la fuerza; implementada de modo particular por el apóstol mismo y que unido con él, prueban todos aquellos que participan en los sufrimientos de Cristo.
Ahora aceptablemente, la Convicción es la fianza de los capital que se esperan, la plena certeza de las realidades que no se ven.
El mal utilizado para la gloria de Dios. Y, como leemos en Romanos 8:28, para nuestro admisiblemente. «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas